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CARAS SPORTS

Hace 10 años, la actual alpinista mexicana, Viridiana Álvarez, escaló su primera montaña, el Pico de Orizaba. Hoy, es reconocida en dicha disciplina tras romper récords mundiales y lograr lo inimaginable.

Por Jorge Alférez

El ascenso de la mexicana, Viridiana Álvarez.

“Nunca fui una niña atlética, sin embargo, siempre fui muy inquieta. Fue hasta los 28 años que decidí correr 10 kilómetros. Un año después, estaba corriendo un maratón completo. También incursioné en triatlones, pero fue la bici de montaña, la que me enamoró, pues encontré ahí la conexión entre el deporte y la naturaleza”, nos cuenta con emoción Viridiana, al recordar su incursión en el ejercicio, asegurando que fue un llamado interno el que la llevó a cumplir sus más grandes sueños y enfrentarse a todo tipo de miedos.

¿Cómo surgió tu gusto por escalar montañas?

A los 30 años subí mi primera montaña que fue el Pico de Orizaba, lo cual surgió de una forma disruptiva y poco tradicional en cuanto a que quizá, pude haber iniciado con una montaña más pequeña, sin embargo, al ser de Aguascalientes, la opción más cercana fue tal. Esto surgió luego de ver a través de redes sociales el trabajo de un amigo con el que compartía la bici y que escalaba montañas para fotografiar paisajes; de ahí surgió la intención y el deseo de estar en esos lugares.

¿Qué te motiva a enfrentarte a un nuevo reto?

Es una sensación que no entiende la razón. A veces, cuando lo pienso digo: “¿para qué voy?, ¿para qué me arriesgo?”, pero es un deseo que va más allá y que es más grande que yo. Ahora, el regresar al Everest y llevar conmigo la bandera mexicana es un gran reto, responsabilidad y deseo. Es poner mis sueños en mis manos y llevarlos a lo alto.

¿A qué miedos o pensamientos te enfrentas al estar en un ascenso?

Desde antes, el gran reto es enfrentarte a la mente. Es tener una capacidad mental y emocional de poder dominar los pensamientos. Me ha tocado ver a personas con una fuerza física impresionante y, sin embargo, en algún punto del camino se dan la vuelta. Es entonces cuando te das cuenta de que tu mente puede ser tu mejor amiga o peor enemiga. Al final, estar en la montaña es enfrentarte a un reto contigo mismo, en el cual, el trabajo interno es fundamental, pues aun sabiendo que incluso hay una posibilidad de muerte, debes mantenerte fuerte.

¿Qué opina al respecto la gente cercana a ti?

El dejar a mi familia y a mi gente preocupada es lo único que no me gusta de lo que hago. El despedirme en el aeropuerto sin saber si los volveré a ver, es muy fuerte. Aunque tengo su apoyo y lo agradezco mucho.

¿Qué aprendizajes te ha dejado el alpinismo?

A veces se piensa que el camino a la cima es hacia arriba, pero el camino correcto es hacia adentro, al interior de uno mismo. Siempre siento que regreso siendo una mejor persona.

UN NUEVO RETO

A la fecha, Viridiana ha ascendido a 8 de las 14 montañas más altas del mundo, las cuales sobrepasan los ocho mil metros de altura. Y será este año, cuando se enfrente al reto de subirlas todas. “En ocho años, he hecho ocho miles. Este año quiero hacer otras ocho. Quiero ser la primera mujer en el continente americano en cumplir ese reto. Es pesado, pero nada es imposible”.

¿Qué sigue para ti?

Primero iré al Tíbet, ahí son tres montañas, luego regreso al Everest en mayo. Más adelante, en junio me voy a Paquistán por cuatro más; regreso dos semanas y me voy a Nepal para subir Manaslu, que, curiosamente fue mi primera montaña de ocho mil metros de altura y es con la que quiero cerrar este viaje.

¿Celebrarás tu próximo cumpleaños en alguna cima?

En 2017, cuando subí el Everest lo hice la noche de mi cumpleaños para recibir un nuevo ciclo en la cima. Ahora, espero cumplir 40 haciendo lo que más me apasiona, rompiendo paradigmas y sintiéndome más viva que nunca, además será nuevamente en el Everest, a mediados de mayo, cuando celebre mi cumpleaños.

Con toda tu experiencia, ¿qué mensaje te gustaría compartir con la gente que te sigue?

Me considero un referente de que la edad no es un impedimento. Me tocó vender mi auto, renunciar a mi trabajo e incluso, al matrimonio. Yo dejé ir muchas cosas por cumplir mi sueño, y creo que es válido hacerle saber a la gente que si tienen una pasión o un anhelo, deben luchar por ello. Los deseos no se cumplen solos, hay que perseguirlos hasta la cima.

“Se piensa que el camino a la cima es hacia arriba, pero el camino correcto es hacia adentro, al interior de uno mismo”.

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2023-06-01T07:00:00.0000000Z

2023-06-01T07:00:00.0000000Z

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