miguel ángel aragonés

Nos habla sobre Preycto Pi, una innovación en la construcción de casas.

El arquitecto Miguel Ángel Aragonés destaca por su estilo inconfundible para plasmar colores neutros en espacios monocromáticos, resultando en lugares llenos de personalidad y elegancia.

Miguel Ángel aprendió la arquitectura como un juego, algo sin querer que podemos pensar lo trae en las venas. De niño vivía en una zona suburbana, más allá de las Torres de Satélite, en Santa Mónica. Fue testigo del desarrollo y crecimiento, pudo ver cómo de pronto aparecían casas que representaban la ilusión de las familias que las habitarían; inconscientemente vivió la experiencia de formar una nueva comunidad, colonias y con esto se dio cuenta de que la arquitectura es el causante fundamental de una ciudad, ya que esta no es más que la suma de casas y de habitantes que requieren servicios y demandan una serie de necesidades e ilusiones que la robustecen.

¿QUÉ RECUERDOS TIENES DE TU NIÑEZ EN UN ESPACIO POCO HABITADO?

Era increíble ver cuando comenzaban a construir casas, nos metíamos en ellas a jugar y para mí significaba tener nuevos amigos, era muy divertido ver la ilusión de hogar con la que llegaban las familias.

¿CREES QUE LOS SERES HUMANOS DEFINIMOS LOS ESPACIOS O ELLOS NOS DEFINEN A NOSOTROS?

Creo que hacemos intentos por mimetizarnos en un entorno, es una necesidad de pertenencia desde hace miles de años. Es el tribalismo natural que nunca nos abandona, a veces las tribus se forman por el rebelde, el que no quiere que nada lo defina y al mismo tiempo desarrolla algo nuevo, es el juego incesante de la humanidad.

¿QUÉ ES PARA TI LA ARQUITECTURA?

Es saber acomodar las cosas dentro de un espacio para que la vida fluya, la arquitectura es más importante de lo que pensamos, pero menos compleja de lo que creemos. Empieza por una casa, la suma de estas hacen comunidad y empieza a volverse complejo todo. Es la necesidad de refugio y de transcurrir en un lugar que nos resguarde para obtener lo que el exterior no nos puede dar.

¿CUÁL ES LA OBRA CON LA QUE MÁS TE IDENTIFICAS EN EL MUNDO?

La Alhambra de Granada. Antes que nada me gusta el recorrido, la ilusión por el detalle, de cómo un muro tiene una expresión distinta que deja de ser salvaje, pétreo y sólido del gótico para ofrecer un discurso de arquitectura suave que tiene que ver con la caligrafía y dibujos que se impregnan en ella.

¿CUÁLES SON TRES CARACTERÍSTICAS DE TUS PROYECTOS?

Luminosidad, espacio y recorrido. La luz como factor que baña y define el espacio, es una compleja ecuación que amalgama los conceptos de nuestra vida y transcurrir. No hay arquitectura sin recorrido de los espacios y el entendimiento de estos.

¿CUÁL FUE TU PRIMER PROYECTO?

Fue un privilegio, pues mi hermano Manuel era un arquitecto formado y yo siempre le pedía que me dejara dibujar con él lo que más me gustaba: casas. A los 18 años me dio esa oportunidad, él llevaba la pauta, pero yo la ilusión. La casa se rodeaba de eucaliptos, cuando llegó el momento de definir el color, le pedí que fuera un tono violeta que adquiere la hoja de este árbol en otoño.

¿QUÉ TE GUSTARÍA CONSTRUIR?

Un museo de sitio que cuente la historia del México contemporáneo en imágenes y plástica, que es lo que nos define como pueblo y cultura.

¿QUÉ ES EL PROYECTO PI?

En Taller Aragonés, junto con Rafa, mi hijo, y talentosos colaboradores trabajamos en la primera casa que se construye en su totalidad con aluminio. Este método lo patenté, pues es descubrir que hay formas más sencillas de ejecutar una vivienda por compleja que sea, con una mejor calidad de construcción, solución en términos estéticos, ahorro de tiempo en la ejecución, reducción de espacios y acorde con la naturaleza.