ALEJANDRO NONES

Originario de Venezuela y luego de haber estudiado en Cuba, Alejandro Nones llegó a México para trabajar como modelo, pero fue la actuación, la que se convirtió en su gran pasión. Hoy es un actor con más de 20 años en nuestro país y su nombre aparece en un sinfín de créditos en el cine, teatro y televisión.

¿CÓMO Y CUÁNDO FUE TU LLEGADA A MÉXICO?

A México llegué la primera vez hace como 21 años, por una campaña de modelaje que hice para una marca mexicana. Desde entonces y durante varios años, México se volvió el lugar al que venía a trabajar por temporadas como modelo, hasta que un día tomé la decisión de mudarme y buscar la forma de estudiar Actuación.

¿CÓMO FUERON TUS INICIOS DE LA ACTUACIÓN EN MÉXICO?

Un día me enteré de un casting para un personaje chico en una película, pero cuando hice la prueba, me quedé como protagonista. Ahí empezó mi carrera como actor en México.

Más tarde me buscaron de Televisa y entré al CEA. Mi primer proyecto para televisión fue en la telenovela Lola, érase una vez.

¿QUÉ SIGNIFICA MÉXICO PARA TI?

Yo, la verdad es que siempre he estado muy agradecido de las posibilidades y las oportunidades que me ha dado la vida, y México, sin duda, es ese lugar que se ha vuelto parte de mi corazón y de mi vida. Es en donde tengo trabajo, en donde vive mi familia, en donde soy y también existo.

¿TE CONSIDERAS UN MEXICANO POR ELECCIÓN?

Por supuesto que soy venezolano y eso lo vivo con mucho orgullo. Siempre seré un actor venezolano, pero mi vida y mi carrera están hechas en México, y a México le debo todo.

¿ALGUNA VEZ PENSASTE EN SER ACTOR EN VENEZUELA?

Nunca he trabajado como actor en Venezuela. A mí me encantaría en algún momento poder hacer algo en mi país o para mi país, pero definitivamente mi vida y mi casa están en México.

¿QUÉ ES LO MÁS LINDO QUE TE HA DADO MÉXICO?

Creo que lo más lindo es sentirme parte de un lugar tan especial y sentir que cada vez tengo un mejor sitio en una industria tan grande y complicada.

¿QUÉ LE AGRADECES A MÉXICO?

A México le agradezco haberme abierto el corazón desde el principio, haberme hecho sentir como uno más. México es un país generoso, nunca me he sentido ajeno y es algo que siempre voy a agradecer porque la vida del inmigrante es muy dura y muy difícil, y que este país me haya hecho sentir siempre parte es algo que me hace muy feliz.