CREACIONES CON SABOR A MÉXICO

Honrar la gastronomía mexicana y darle vida, es la feliz misión de una chef orgullosa de sus raíces, que reinterpreta y sorprende a sus comensales con platillos tan bellos como exquisitos.

Cuando Ana está en su cocina todo es mágico, todo fluye bonito. Es su espacio seguro, donde se siente libre y las sonrisas surgen de manera natural. Es el sitio donde hoy les da vida a platillos sabrosos, como su extraordinario mole rosa, y ha sido, desde que era niña, su lugar feliz. “Cuando había celebraciones o comidas en casa, yo era la primera en ir corriendo a este espacio para cocinar”, nos cuenta.

Esa pasión que surgió a temprana edad se hizo realidad con el paso del tiempo; hoy, Ana Martorell es una chef representante de la gastronomía mexicana en el mundo.

En 2022, Ana lideró tres proyectos. El primero es el restaurante Aida, un espacio en Santa Fe, en la Ciudad de México, operado por Grupo Hunan. Ella lo considera “un verdadero oasis donde se cuentan historias”. Ahí se sirven desayunos y comidas que conservan los sabores tradicionales de la cocina casera mexicana. El segundo es El contenedor, que en realidad son dos contenedores de barco albergando una cocina o, como ella lo llama, “un laboratorio” donde realiza sus más grandes creaciones. En él pueden entrar a preparar o a cenar, junto con ella, 20 personas. Y su más reciente apertura es el restaurante Oxa, Cocina Única (que significa ‘rosa’, en otomí). “Es un lugar mágico”, describe la chef, dentro del bazar del sábado, en San Ángel, en la Ciudad de México: “Se trata de un restaurante que nació porque tenía que nacer. Nace de la historia, de la imaginación y la creatividad de cuatro mentes que deciden luchar por un sueño y lo logran”. Abrió sus puertas en julio de 2022 con la meta de conquistar corazones mexicanos y extranjeros que volteen a ver la gastronomía mexicana de manera que los sorprenda y puedan decir: “¡Claro, esto es México!”.

Además de que Ana es una entusiasta y activa promotora de la cocina de nuestro país en redes sociales, también lo es a través de sus libros, De negro a rosa y La verdad a través del mole. En este último hace un recorrido por ocho moles –con recetas incluidas–. Y es que si hay un platillo que adora preparar, es justamente el emblemático mole: “Hay mucho amor en la cocina cuando lo preparo; además, estar frente a un metate significa honrar y hacerle reverencia a nuestra gastronomía. Hacer mole es, sin duda, uno de mis placeres más grandes y relajantes”.

Y el platillo que más le chulean es, como no podía ser de otra manera, ¡un mole! En este caso, el rosa, en parte por el color llamativo, que impresiona a sus comensales.

Para este 2023, la chef tiene varios proyectos, pero como bien dice: “¡Hay que dejarse sorprender, porque también ‘del plato a la boca se cae la sopa’. Así que yo espero que este año sea mejor que 2022 y que enseñe más de lo que aprendí”.

“En mi cocina puedo pasar horas y horas. Es mi lugar seguro, ahí todo está bien, todo es mágico. Cualquier color o receta encuentra su punto de creación para hacer del platillo el protagonista”.