INYECTABLES ANTIEDAD

Aunque todos se suministran con ayuda de una jeringa, sus beneficios son diferentes y complementarios.

Dentro de los tratamientos médicos estéticos no invasivos más pedidos en la actualidad, destaca la categoría de los inyectables. Tan sólo en 2021, las neurotoxinas y rellenos faciales representaron más de 60 por ciento del total de los procedimientos solicitados, según la Aesthetic Plastic Surgery National Databank.

La aplicación de neurotoxinas, como la toxina botulínica, es la opción más demandada, pues al relajar de modo temporal los músculos faciales, disminuye los pliegues y las marcas. Pero también puede servir como tratamiento para los espasmos del cuello o los ojos, la sudoración excesiva, atenuar migrañas e incluso en casos de vejiga hiperactiva.

Los fillers (su nombre en inglés) actúan de manera diferente, se trata de sustancias similares a un gel que, al aplicarse puntualmente, restauran el volumen perdido, suavizan las líneas de expresión y mejoraran los contornos faciales. Uno de los ingredientes más usados es el ácido hialurónico, el cual aumenta la hidratación.

Por último, se encuentran los bioestimuladores de colágeno, enfocados en lograr un efecto tensor en la piel, mejorando su calidad y textura. Con el paso del tiempo, sobre todo a partir de los 30 años, el cuerpo sintetiza menos colágeno tipo 1, lo que se traduce en la pérdida de la capacidad de hidratación y una menor elasticidad.

Cuando se combinan estos tratamientos, se logra una sinergia en los resultados, creando un rejuvenecimiento y embellecimiento de la cara.