LA BELLEZA DEL INTERIOR

Una mujer multitask, dirían, que ha dedicado los últimos años de su vida a transmitir un mensaje de amor propio para ayudar a otras personas a ser más felices.

TEXTO: CYNTHIA LEPPÄNIEMI FOTOGRAFÍAS: CHRISTOPHER ARMENTA DIRECCIÓN DE MODA: MARÍA JOSÉ GUZMÁN

2023-11-01T07:00:00.0000000Z

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Editorial Televisa

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ENTREVISTA

La doctora Tania Medina llegó a nuestro estudio de foto con la mejor actitud del mundo. Venía de presentar su nuevo libro, La belleza de amarme, con prólogo del Dr. César Lozano e Ismael Cala. Tania es de República Dominicana, allá hizo sus estudios en la Escuela de Medicina del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (2001) y se graduó con los más altos honores (Summa Cum Laude). Se tituló como especialista en la prestigiosa Residencia Nacional en Cirugía Plástica Reconstructiva y Estética, en el Hospital Dr. Salvador Gautier. Tania nos cuenta que nunca pensó ser médico, aunque sus padres también lo son. “Yo creía que me dedicaría al entretenimiento, pero el día que me operé las mamas y descubrí lo bien que me hizo sentir ese cambio, quise ser doctora y poder ayudar a otras mujeres a sentirse bien”, dice. Y es que Tania afirma que, antes de su cirugía, ella era introvertida (¡algo que nos cuesta trabajo creer!) y se sentía muy insegura. “Yo era tímida, y cuando me operé se desató la Revolución Francesa”, afirma con mucha gracia. Con el cambio en su cuerpo, nació en ella una actitud más segura. Verse y sentirse bella impulsó un sentido de amor “El cuerpo es la ‘casita’ del alma. Y parte del amor propio está en el autocuidado. Amarse es decidir qué quieres cambiar de ti”. propio del cual escribe en su libro, donde afirma que la respuesta para sentirse feliz está en uno mismo, y no en lo que los demás esperan de ti. Ser cirujana plástica es una de sus principales ocupaciones para ayudar a otras mujeres (y hombres) a transformar sus vidas. “Con todas mis pacientes tengo historias muy lindas, pero recuerdo entre las primeras a una cuyo esposo me regaló flores después de la cirugía que le hice a su esposa, para agradecerme porque había salvado su matrimonio. Ella no quería tener relaciones sexuales ni desnudarse frente a él después de haber tenido a sus hijos, pero con la cirugía, esto cambió”, recuerda Tania. Por supuesto, dice la doctora, antes de entrar al quirófano es importante evaluar la salud emocional del paciente. Existen muchos prejuicios, entre ellos, pensar que si te operas por estética es porque no tienes amor propio, pero Tania asegura que ese pensamiento ya es de las minorías. “La gente está entendiendo que parte del amor propio es el autocuidado. ¿Por qué quedarte con algo que no te gusta y puedes cambiar? Amarme también es tomar las riendas de mi destino y decidir qué quiero mejorar interna o externamente. El cuerpo es la casita del alma. Tu casa la pintas, le cambias un cuadro, ¿por qué en el cuerpo no podríamos hacer lo mismo?”. Además de médico, Tania también trastoca la vida de cuatro pequeñitos: sus propios hijos, uno de ellos con autismo (lo que la motivó a crear la Fundación Sin etiquetas para apoyar a otros padres que están en la misma situación). Asegura que ser mamá la ha transformado más a ella: “Mis hijos me han enseñado que uno puede ser muy feliz con tan poquito. El amor es incondicional”, concluye.

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