Exactitud deportiva inquebrantable

Polaris es la nueva cara deportiva de la alta relojería de Jaeger-Le Coultre _

LA PACIENCIA ES UNA VIRTUD que exalta la precisión con la que los relojes son creados. Jaeger-LeCoultre continúa con marcha ininterrumpida en el mercado de los modelos refinados con esencia deportiva, de la mano de su propia estrella: Polaris. Desde 2018, cuando el nombre fue recuperado por la firma, ha desarrollado piezas versátiles. Producto de un trabajo muy detallado a mano y con gran detalle, las dos esferas presentadas por la firma destacan por su apariencia inalterable y milimétricamente manufacturada. El gris y el azul son los colores de Polaris, siendo el primero una nueva adición en la paleta de colores. Los discos o anillos que configuran el aspecto de las esferas definen los limites entre la escala taquimétrica y los índices, al tiempo que añaden profundidad a la apariencia del reloj. Detrás del lacado de las esferas hay un proceso artesanal que consiste en recibir cada una de las capas de revestimiento de forma manual. El Calibre 761 es la fuente del movimiento automático que impulsa al nuevo Polaris Chronograph, con una reserva de marcha de hasta 65 horas. La caja de acero de 42 mm es contundente y tiene una gran corona con pulsadores para su fácil manipulación. Las dimensiones generosas en corona y pulsadores también son un claro referente a varios modelos muy populares de los años 60. Un lujo de reloj.