REALEZA

En las memorias del príncipe Harry hay mucho más que polémicas revelaciones. Entérate de todos los detalles.

El libro del príncipe Harry, Spare, es muy bueno, ya sea que nos guste o no por qué fue escrito, o de qué parte de la saga Harry y Meghan estemos. Incluye más de 500 páginas entretenidas –fuertes en algunas partes– y les aseguro que pocas personas han tenido la paciencia de interpretarlo. He notado que aloyen gunos ‘repiten’ lo que en otros medios e incluso el comunicado de prensa de Penguin Randon House, desvirtuando la realidad. Y como tengo gran interés por la familia real británica y conocí en persona a la princesa Diana en Nueva York, cuando Spare salió a la venta me lo compré en versión Kindle. Son unas memorias interesantes, narradas en primera persona por Harry, en las que por encima de los chismes y revelaciones pueriles –algunas de ‘pena ajena’–, su madre y su amor por ella están en todas partes.

Como plasma un artículo que leí en la BBC: “Harry adoraba a su madre sin reservas... y en el libro muestra una pena sin resolver, y un dolor que está en el corazón de su sufrimiento”. Y a medida que avanzaba en la lectura, comprendí que tal vez para Harry Spare –en español

En la sombra– era un pozo de dolor. Y aunque critica a su hermano y dice nimiedades sobre su padre, el rey Carlos III –algunas de niño malcriado–, ama a ambos. ¿MALAS DECISIONES? Lo malo es que Spare y las entrevistas que Harry ha pactado –como la muy manipuladora que dio a Oprah Winfrey–, y los seis episodios de su vida en Netflix, no son la manera de recuperar a la familia que él mismo ha alejado de su vida. Y esto sólo contribuye a una ruptura profunda y sin posibilidad de reconciliación. Una verdadera pena. Sus revelaciones incluyen comentarios sobre la calvicie de su hermano William; un ataque frontal a su madrastra Camila, aunque también dice que se alegra de que ella haga feliz a su padre; las ‘peleas’ entre Kate y Meghan; lo poco cariñoso que fue

su padre cuando le dio la noticia de la muerte de Diana; esos días en los que se sintió útil y un inglés más, cuando fue piloto en Afganistán; el racismo que quizás él mismo sintió, entre otros.

En realidad los reproches hacia su padre no son tan fuertes. Sobre William establece una rivalidad que desconocíamos; una relación un poco de “amor-odio” con una dosis de resentimiento entre dos hermanos muy unidos. Los ataques más grandes son hacia la prensa británica y en especial, como es lógico, a los diarios; y no hay que olvidar que la casa real no defendió a Meghan y a Harry de sus ofensivas, además de que la ahora reina consorte Camila estaba en contubernio con ellos para rehabilitar su imagen al haber sido “la otra”.

QUÉ INDISCRETO…

Sus memorias son más que nada indistontas. cretas, algunas penosas y otras Sobre todo, demasiado públicas e innecesarias, y es que Harry expone detalles muy personales, ejemplo de ello es que su padre tiene en su habitación el osito de peluche de cuando era niño ¡y lo adora! ¿Se imaginan?

Y aquí viene mi impresión: pienso que si Meghan quisiera a Harry de verdad, si tuviera un amor genuino por él como ser humano y padre de sus hijos, no le habría permitido escribir el libro, ni hacer la serie ni haber pactado todas las entrevistas. Ella habría tratado de disuadirlo para no seguir fracturando su relación con la familia ante millones de personas y ventilar tan públicamente que es el heredero ‘de repuesto’, así como los trapos sucios de todos.

He visto absolutamente todas las entrevistas de promoción del libro y noto que Harry está muy ansioso. Meghan pudo haber evitado la publicidad innecesaria que ha empeorado todo con su familia. Y a él, por supuesto, lo ha puesto muy a la defensiva. Todo esto mientras Harry no para de decir lo mucho que quiere a su familia y los quiere de regreso en su vida.

Esto me lleva a pensar en qué persona tan rara es Meghan. Cuando una mujer ama a su marido, para mantener una relación armoniosa, muchas veces se guarda para ella cosas que no le gustan de su familia política. O las discute con él. Y lo escucha y lo comprende si es él quien sufre a causa de su propia familia. Pero airear ante el mundo todos los detalles y más aún si los perjudicados son tu padre, tu hermemoria mano y la de tu discreta abuela, es negativo. Y Meghan –a quien no dudamos que Harry idolatra, admira y ama profundamente– podría haberle disuadido de iniciar esta batalla mediática. Pero –y aquí entran los detractores de la pareja– son muchísimos los millones de dólares que han recibido por los episodios de la serie Harry y Meghan, el podcast en Spotify y ahora un pago inicial (mínimo) de 20 millones por parte de Penguin.

Según la pareja, cuando se fueron a vivir a California, hace dos años, no les alcanzaba para dar el pago inicial de la hipoteca de la mansión de 14 millones donde viven en Montecito. Ahora les sobra dinero, pero les falta familia, que si bien podría tener defectos, es de su propia sangre.

“Claro que papá siempre había parecido un poco ausente. Siempre había dado la impresión de no estar del todo preparado para la paternidad: las responsabilidades, la paciencia, el tiempo. Él mismo, aunque es orgulloso, lo reconocería”.